LA BÚSQUEDA.
Por: @OtroLocoRoto
Continuación de: ¡SOLO EN CASA!
Hoy
me pasó algo realmente extraño.
Estaba
en mi cuarto escuchando música con los audífonos puesto, y una sensación
extraña me estremeció el cuerpo…algo o alguien me decía que saliera de mi
cuarto.
Sentía
un sentimiento de pérdida enorme. Esa sensación que nos da cuando vamos a
viajar lejos de casa y sabemos que algo se nos olvida, pero no sabemos qué.
Lo
cierto es que la sensación se hacía cada vez más fuerte, más insoportable, y no
me quedaba más remedio que salir de la alcoba a buscar aquello que sabía que
debía encontrar, pero que no tenía ni idea de qué era.
Estuve
alrededor de dos horas buscando por toda la casa, revisando cada gaveta, cada
repisa, cada rincón y nada.
Encontré
muchos objetos que tenían ya tiempo perdido, y es que cuando nos mudamos a esta
casa, muchas cosas se extraviaron y por más que se buscaron, no se daba con
ello… Hasta hoy.
Encontré
un zarcillo de mamá que le había regalado mi abuela poco antes de morir, los
lentes de papá, unas pinzas de cabello de mi hermanita, incluso encontré una
pelota de béisbol que atrapé en un juego de Caracas Magallanes.
Pero
ni siquiera encontrar ese pequeño tesoro, sació el sentimiento de pérdida.
–Tiene que haber algo más, era el
pensamiento que corroía mi mente.
Ya
estaba realmente cansado, pero no podía parar, sabía que estaba cerca, ¿PERO DE
QUÉ?
Era
la pregunta que no tenía respuesta.
En
casa, cuando nos mudamos, solo había un pequeño armario que mamá no quiso
desechar, porque, según ella, restaurándolo quedaría perfecto.
Era
ese el único lugar de toda la casa que no había revisado, yes que papá ya lo
había hecho el primer día de la mudanza cuando lo sacó de la alcoba principal,
y me comentó que nada había en él.
Pero
debía de estar ahí, sea lo que fuera que estaba buscando, me dirigí a él, y una
a una fui sacando las gavetas… Y nada.
Solo
fue cuando metí la última gaveta con fuerza, y está quedó abierta como si algo
le estorbara que el corazón se me aceleró. Estaba completamente emocionado,
¿era quizás lo que estorbaba lo que mi ser tanto anhelaba encontrar?
Saqué
la gaveta de un tirón hasta que salió completamente del armario, note que sin
ella en el armario se podía apreciar, que por el diseño del mueble, se producía como una especie de compartimiento
secreto (no creo que a propósito).
Saqué
mi teléfono de mi bolsillo, y con la linterna alumbré dentro del armario, y en
un rincón en el fondo pude ver algo como un libro, sabiendo que solo había eso,
y ningún animalito desagradable, metí mi mano para tomarlo.
Y
al tocarlo con mis dedos, sentí una sensación extraña, pero algo dentro de mí…
Algo me decía que era eso, ¡que lo había logrado!
Cuando
saqué el libro de su escondite pude notar que no era un simple libro, tenía una
especie de cerradura que impedía ser leído sin la llave, creo que es una
especie de diario, de esos que les gustan a algunas mujeres.
Debe
de haber pertenecido a la dueña anterior de la casa.
Ahora
el sentimiento de pérdida se convirtió en un deseo de saber que hay escrito en
sus páginas, aunque algo me decía que no lo hiciera…
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