Cinuación de ¡A LAURA, NO LE GUSTA QUE LA VEAN!
Muchos días pasaron desde el dibujo de mi hermanita de aquel ente aterrador, tantos que ya casi no pasaba por mis recuerdos. Aunque, oasionalmente ella nombraba a Laura, lo que lograba poner muy nervioso a papá, que aun cuando no lo admitía, buscaba una forma para deshacerse de aquel espíritu demoníaco, pero le daba pavor que tomara represalias contra Emily, mi hermanita, si descubría lo que él pretendía.
En esos días papá y mamá legaron a casa con un regalo para Emily, un gato, aunque a mí no me gustó mucho la idea. Yo soy más de perros.
Un fin de semana mamá fue a pasarlo con mi abuela, que para ese entonces, se encontraba delicada de salud, llevando a Emily con ella. Papá, que por su trabajo viajaba mucho, coincidió en estar por Caracas también ese fin de semana.
Eso me dejaba a mí solo en casa con el gato durante tres días, (para mí fue como un regalo porque me gusta estar solo) pero lo que pasaría esos tres días marcaría mi vida para siempre.
El primer día estando frente al televisor acostado en el sofá me sorprendió ver entrar por la puerta de la sala una hoja de papel como llevada por el viento, que aterrizó justamente frente a mí.
Sentí pasar una especie de corriente eléctrica y helada por todo mi cuerpo, y al levantarla del piso y ver de lo que se trataba, era el dibujo que Emily había hecho de Laura. Atribuí eso a la casualidad y no le di más importancia durante el resto del día.
Esa noche, fuera de mi costumbre, fui a acostarme temprano y por el resto de la noche no pasó nada.
A la mañana siguiente el día se veía como otro más, solo que el gato de mi hermanita se comportaba de forma nerviosa y asustadiza, se escondía en los rincones mirando a todos lados y casi no quería comer. Sumado a eso empecé a escuchar ruidos en partes de la casa
donde sabía que no había nadie, ni siquiera el gato, y para darme valor me convencí de que eran ruidos de la casa por ser muy antigua, o que quizás era algún ratón haciendo sus fechorías en una de las habitaciones.
Para esa noche, fui a dormir después de ver una película en la sala, y no pude entenderla muy bien, porque todo el tiempo que estuve allí tenía el presentimiento de que alguien o algo estaba mirándome desde distintos puntos de la casa, incluso varias veces puse pausa a la película para ir a ver de qué se trataba, pero no encontré nada.
Creo que me quedé dormido en lo que toqué mi cama, pero eso no duró mucho, serían como las 03:00 am cuando un ruido me despertó. Era como una risa atrapada entre las manos, como la de alguien cuando trata de reprimirla, pero no puede. Se escuchaba en toda la casa y al mismo tiempo en ninguna parte. Creo que continuó por el resto de la noche y no pude dormir más esa noche. Eso hizo que el tercer día fuera más pesado que los dos anteriores.
El gato de mi hermanita se había desaparecido también. Llegué a pensar que el gato no soportó más el miedo y decidió escapar.
Quizás por todo esto no me di cuenta de que el día paso tan de prisa y ya empezaba a oscurecer, decidí no darle más importancia a lo que había pasado en los últimos días, y me encerré en mi habitación con mis audífonos a escuchar música a todo volumen y a leer en Twitter lo que @LucyPN y @leamosuncuento tuvieran para contar, y hubiera seguido leyendo a @raulrivas05 si no fuese por qué empecé a escuchar el maullido del gato que incluso sobrepasaba el sonido de la música.
Empezó a maullar una y otra vez, ese sonido irritante llenaba toda la casa e impidió que continuará leyendo en Twitter, salí de mi habitación decidido a buscarlo y calmarlo, y llegue hasta la cocina y al encender la luz, allí estaba él, en un rincón, agazapado, lo más asustado que lo había visto hasta el momento.
Lo llame por su nombre y al ver que era yo se levantó y se fue hasta donde estaba yo, cuando de repente una mano pálida que salió desde atrás de un mueble lo jaló, fue tan fuerte mi impresión que quedé helado en el sitio, y en ese momento se cortó la luz, el gato dio un maullido tan escalofriante que mis piernas empezaron a temblar, como pude saque mi celular de mi bolsillo y encendí la linterna y lo que vi me aterrorizó.
El gato estaba en medio de la cocina muerto y sin cabeza, Mi teléfono cayo al piso, corrí a mi habitación y empecé a escuchar una música macabra que sonaba en toda la casa aun si electricidad, tomé unas velas que siempre estaban a la mano en cualquier parte de la casa por los cortes de electricidad constante que hay en el país, encendí una y salí a toda prisa para la calle por qué mis tíos vivían a unas casas de la mía, y al pasar por frente de la cocina algo llamo mi atención: una sombra con figura humana encorvada a cuatro patas. Eso hizo que corriera hasta la puerta de la calle, pero estaba cerrada con llave, mismas que estaban en mi habitación, corrí a buscarla y al encontrarlas el teléfono local de mi casa sonó, (Ring, Ring, Ring) lo conteste con miedo, y escuche una voz de una niña que me dijo "nunca podrás escapar de Laura" y colgó.
Salí corriendo despavorido, la puerta de la calle estaba abierta de par en par, no vi a nadie, así que salí corriendo, y al voltear a ver a mi casa observé la ventana de mi habitación con la luz encendida y una niña mirándome fijamente.
Corrí hacia la casa de mi tía y al llegar a ella algo insólito pasó: a unos cuantos pasos de mí estaba el gato mirándome fijamente con sus ojos inyectados en sangre.
De repente una mano helada tocó mi espalda, giré mi cabeza con terror y era mi madre que regresaba del viaje y me dijo, "Hijo te quedaste dormido con el teléfono en la mano"
Entonces entendí, que todo había sido un sueño, y ¡NADA MÁS!
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