La extraña historia de Titivillus, el demonio de los errores ortográficos

El terror de los escribas

Titivillus es un demonio medieval que es acusado de los errores tipográficos y de oraciones en el libro para ganar almas para Lucifer. Esta es su extraña historia.

Durante la conversación, ¿cuántas veces dijimos la palabra incorrecta que nos avergonzó? ¿Cuántas personas más han escrito algo, y aunque lo hayamos revisado todavía hay errores, y aunque corrijamos el texto una y otra vez, estos errores no dejarán de aparecer? Si esto te sucede, entonces eres una víctima de Titivillus (el demonio de los errores).

La primera referencia que se tiene de este terrible demonio es en el Tractatus de Penitentia de Juan de Gales, que data del año 1285. La labor de Titivillus consiste en hacer caer en el error a las personas y que esto los lleve al pecado y, por tanto, al infierno. Su maliciosa influencia se da tanto en la palabra dicha como en la escrita, en donde esparce errores por doquier.

La historia de Titivillus es muy peculiar porque encarna esos terribles errores, que a pesar del arduo trabajo y la dedicación (o posiblemente por errores), estos errores aún existen y avergüenzan al escritor. Además, el escritor también Debe soportar los señalamientos, y el descrédito de todas sus obras, a veces de un solo tipo, o por un significado puesto ahí por equivocación y no por ignorancia.

En la historia temprana del libro, Titivillus estableció su propia reputación y ganó una gran reputación porque debe recordarse que en ausencia de un sistema de copia mecánica, los libros están escritos por escribas. Las largas horas de trabajo, un poco de fatiga y la dedicación a la misma tarea hacen que el escriba cometa errores. Estos errores se atribuyen a Titivillus, porque la explicación más consistente es que el error fue susurrado e influenciado por el poder del diablo, y le ganaron el alma a Lucifer.

"biblia maldita"

Uno de los escándalos más notorios provocados por Titivillus es la llamada "biblia maldita", donde su editor no solo sacrificó su vida, sino que el demonio también instigó los errores de la gente que se encontro con el error en la Biblia. A cometer un crimen fatal, uno de esos con los que quedas condenado al infierno para siempre.

"Cometerás adulterio"

La historia se puede resumir de la siguiente manera: En el siglo XVII, Carlos I de Inglaterra encargó a los prestigiosos impresores reales Robert Baker y Martin Lucas la publicación de la Biblia. Cuando la edición está lista, estos ejemplares son fáciles de vender, pero ni el editor, el comprador ni el propio rey saben que hay un grave error el sexto mandamiento tenía un grave error. Decía «Cometerás adulterio»... Bueno, la Biblia sí lo dice ... El caso es que Titivilos hizo lo suyo en esta edición. Las consecuencias de hacerlo son muy graves, no solo porque ordenó el crimen, sino porque el castigo al que fueron sometidos los editores.

Cuando el rey se enteró de este error, ordenó la destrucción de la "Biblia maldita", retiró el permiso para imprimir el libro e impuso una multa de 300 libras (unos 463.000 dólares estadounidenses). El arruinado Barker fue encarcelado por deudas en 1635, y después de 10 años dentro y fuera de prisión, finalmente murió en 1645.

Titivillus se presentó a sí mismo en un ensayo devocional anónimo en inglés del siglo XV: "Mi nombre es Tytyvyllus ...", hablando de errores y de cómo cometía errores al comer palabras y sílabas completas. Hemos visto que su intención es meternos en el pecado, escabullirnos y caer en trampas en nuestro habla y escritura. Titivillus es un demonio, nos pisó y nos hizo emprender nuestro propio viaje. El hecho de que no se escape no solo nos llevará al infierno teológico, sino a uno peor: al escarnio de nuestros lectores que en un error encuentran la "evidencia" de que sólo escribimos sinsentidos, disparates y que nuestro trabajo no vale nada.

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